viernes, 2 de abril de 2010

DEMENCIAL DEL SUEÑO



Y vivir quiero ahora entre las flores,
de crin reposo, yo inmortal noctámbulo,
a veces firme o torpe, un flaco acróbata
que entre las cuerdas toca un beso,
clavado al aire, un tanto solo,
el florícola demencial del sueño.

Muy seguido tropiezo porque sueño
y sin tal don tendría en vez de flores
mil trinos por ideas, casi muerto
en vida yo estaría por noctámbulo,
consciente añoro congelado beso,
cuando despierto salto por acróbata.

Preciso es aceptar el ser acróbata,
abrir la bóveda letal del sueño,
versando, siendo sapo tras un beso,
admiro el verde lago, el son, las flores,
de siempre tengo un ojo de noctámbulo
y pienso que amaré después de muerto.

De vengador posible es estar muerto
como también salvado siendo acróbata,
a mitad del día búho yo, noctámbulo,
sujeto a cuerdas duermo mientras sueño,
si no despierto riego negras flores,
sujeto pétalos en fresco beso.

Es millonaria culpa atar un beso
y retractarse cuesta estando muerto,
cuando se afecte el cuerpo sólo flores
alentarán al yerto; ni el acróbata
se escurre de la suerte y queda el sueño
para enfrentar destino por noctámbulo.

Trotar por la ciudad gentil noctámbulo
traerá soledad y no habrá beso
ni palabra sutil que evite el sueño,
porque vivir también es estar muerto,
el inconsciente abrazará al acróbata
como moja la lluvia al ver las flores.

Seguro beso con valor de acróbata
siendo noctámbulo al compás de flores
escribo muerto al contener el sueño.