Porque de nada vale mi hermosura,
mi rubia y luenga cabellera, vana
mi fortuna y tal vez mala mi gana
si desamor es siembra en espesura.
En medio del recato vivo insana,
por linaje estafada en luz oscura
mi crédito caído de la altura,
de uno fui engañada como dama.
Ahora tengo a pico la venganza,
mis manos trabajadas por zagal,
mi corazón de negro hielo sin nieve.
Mi desdicha permuta en daga o lanza,
sola veo un espejo, un vendaval;
amor llevado al odio en sí me mueve.
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