El tiempo se
ha transformado en tu voz,
te veo ir
junto a la lava del abismo.
Toda oscuridad
es más oscuridad en tus manos,
en tu compañía
siento la brizna,
sangro de
intensidad y de pólvora.
Unos
tentáculos de almizcle
se transforman en destellos,
entre el
estruendo y el asombro.
Alucino tus
manos de niña de hierba,
alucino tu
piel entre la locura de una mariposa.
Llévame
contigo, llévame contigo
en este día junto
al sol,
donde parece
que todo lo vivido
se convierte en
ceniza.
Llévame, te lo
repito, aunque sea
en el fondo de
tu pensamiento.
¡Eres la pólvora en verso!
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