martes, 23 de junio de 2009

ESPERA ENDECASÍLABA, poema publicado en la revista "Taller de poesía", numero 5, 2004.


Era tarde ya cuando te esperaba,
no había soles, sólo las neblinas
cayendo como piedras de cenizas.
Detenido y estático aguardaba,
pies y piernas doblándose, torcidos
como tallos o mármoles livianos.
Cuántos minutos desgastados, viendo
el tiempo y tu nunca llegabas, nunca,
en absoluto. Fue como morir
presente, con el gesto de un plantado
entre la telecomunicación.
Quién imaginaría regresar
sin pena, sin la Gloria como nombre.
Rabioso, letalmente pensativo
y esa intención de nunca más volver
a verte, sin poder hacer nada entre
la furia. Pero había que dejar
evidencia, una al menos, de mi estado,
nunca mañana, no otro día, sólo
hoy, de desolación imperdonable.
Soportando esa raya más del tigre
abierta como herida en la memoria,
cuestionando el orgullo muy vencido,
olvidando ese verso repentino:
ayer eras tan sólo este poema.
Mas hoy, mirándote me desconozco,
es difícil ser íntegro contigo,
y pienso que es absurdo el escribir
como también pensar en el amor.

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