Si me enfrentara al poder del sol en el cenit,
me refugiaría en tu figura de mármol
y relámpago,
me envolvería en el aire junto
a emblemáticos lermos
mientras se desparrama el cielo de cuclillas
y las rieles del tiempo se cubren
de fuego .
Si quisiera asir la forma de la nieve,
pensaría en tus manos, en los caminos,
en los caminos que hay
en las líneas del deseo,
ese deseo por tocar la crispada piel del horizonte.