viernes, 19 de junio de 2020

LAS PIEDRAS QUE LANCÉ AL OCÉANO


De todas las piedras que lancé al océano
solo unas pocas han tocado
el corazón de lo profundo,
aun así, he persistido sobre el horizonte.
En la memoria permanecen las vivencias
en las que furias aciagas enfriaron
mis vertebras como glaciales.
He podido resolver, con desgarro y auxilio,
las paradojas que me lanzaban
las circunstancias del futuro.
En algún instante perdí el rumbo y me decía:
¿Cuál es el camino a seguir?
¿Cuál es lo tántrico de la vida?
Pero no dejé que la velocidad del sonido me sobrepasara.
Hice de los escasos diamantes que encontré
escudos lustres y versátiles.
He huido de los azares más violentos y solo volví
a enfrentarme a ellos para demolerlos.
La vanidad ha sido una ola de sal,
el orgullo fue como una manada de álcidos
que vi disolverse entre el aire cuando,
aún herido, lo liberé.
He dejado partir la soledad y recibido su retorno.
De todas las piedras que lancé al océano
solo unas pocas han tocado
el corazón de lo profundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario