viernes, 19 de junio de 2020

POEMA PARA ANA*

Ana, en el domo de la evanescencia,
en el tren donde partimos hacia el sur,
el tiempo ató unas campanas.
Allí hicimos círculos con nuestras manos
y hablamos de nuestros antepasados
como si alucináramos con grandes imperios.
En Roma bebimos la tristeza
y regamos café sobre las estrellas.
Andiamo, ragazzo, fratello,
andiamo a dare un giro,
escribiste con gestos de lúdica emoción.
En Milano nos despedimos,
una melancólica expresión rompió el acero
Y el llanto fue tanto como la estridencia
de la sangre brotada sin dolor.
Ana, en casa tantas voces me preguntan
si volverás y yo pretendo formular una respuesta
Con mi silencio.
Y yo cada vez te veo tan cerca
peinándote como niña entre el jardín. 


* poema para mi hermana: Ana Fabián  

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