viernes, 17 de junio de 2011

JOHNNY WEISSMULLER RECUERDA LAS OLIMPIADAS DE PARIS 1924 (CUANDO ENFRENTÓ A DUKE KAHANAMOKU)


19 de enero de 1984

Cien metros en el agua no son cien metros en la tierra

y tú, formidable atleta,

también conoces el mar de amor.

Cien metros en el agua no son cien metros en la tierra

porque en la jungla no hay piscinas ni edificios.

Tú eres el hombre mono y yo el mortal

que te ha retado,

tú, mono, también eres el hombre que corre en el mar.

Sólo un león enfrenta a otro león,

sólo los niños chillan en los árboles.

Oh, gran nadador también hay selvas en el mar.

La fama y las mujeres hermosas:

¿Qué más anhelará un hombre?

Duke, Duke, si uno duerme: ¿a donde va?

Tú en honolulú y yo entre ciudades que dan alaridos,

tú en honolulú y yo en la selva con las hienas.

Nado a nado, cuchillo en mano lucho con las bestias,

golpeo manadas de bestias, pero sufro,

dialogo con tribus de ceniza,

Oé, oé, simba,

y el tiempo me alcanza

mientras reconozco que un segundo no es suficiente

para tanto desquicio.

Oé, oé, oé, oeeeee…

Ya no sé caminar ni nadar,

simplemente me gusta volar por los árboles.

A veces hubiese querido no vencer en el agua

para reinar por poco tiempo.

Cien metros en el agua no son cien metros en la tierra.

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